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Setenta años no son nada, o casi

La visita proporcionó a los asistentes una serie de claves que explican la Girona contemporánea. Extracto de la crónica de Joaquim Bohigas publicada el 9 de febrero en el Diari de Girona

Una visita «visualiza» tres puntos de la represión que se vivió en Girona durante la Guerra Civil.
El Museo de Historia de la Ciudad organizó un recorrido explicativo a propósito de la conmemoración del fin del conflicto bélico que, conducido por Jaume Prat, contó con la participación de un centenar de personas. Tres fueron los espacios protagonistas de la visita: la Audiencia Provincial, la cárcel (seminario) y el refugio antiaéreo del Jardín de Infancia, donde se llevó a cabo una simulación sonora de ataque. Antes de comenzar el Museo se proyectó un documento fílmico de la época realizado por Antoni Varés. También se trató una realidad mucho más cruda: los juicios del Tribunal Popular de Girona (de los republicanos contra los nacionales) y los juicios sumarísimos (de los nacionales contra los republicanos). Durante la visita, por otra parte, los participantes tuvieron ocasión de recorrer el mismo itinerario que algunas décadas antes habían efectuado los condenados hasta la prisión: bajar las escaleras de la Pujada de Sant Martí cogidos del brazo de otra persona les hizo revivir el que, para muchos, fue el último recorrido a pie por la ciudad antes de encontrarse con la muerte.
La simulación sonora de un ataque en el recuperado refugio antiaéreo del Jardín de Infancia, escenario que simultaneaba la función de protección frente a los bombardeos con la de puesto de defensa pasiva en la retaguardia, fue también muy acertada.