Si te gustan las leyendas de sirenas y de amistades extrañas, te recomiendo un relato precioso sobre la amistad de una sirena y los habitantes de Girona
Hace mucho tiempo, Girona se inundó y los habitantes de la ciudad se subieron al campanario de la Catedral, ya que era el único edificio que salia del agua. Como que todo el mundo lloraba y lloraba, el mar se volvía cada vez más salado. A las sirenas les gusta mucho la sal, por eso enseguida había sirenas por todas partes. Curiosamente había una sirena con dos colas que sintió pena de los gerundenses... Si quieres saber como acaba la historia, te aconsejamos que leas i escuches el cuento.
Propuesta de: Fiona